"Irracional e inconveniente" ajustar tarifas eléctricas por temperaturas

El ajuste de las tarifas eléctricas debe venir por criterios económicos y no por temperaturas, afirman expertos, que sin embargo, coinciden que es necesario actualizar esa tabla.

La semana pasada, el ministro para la Energía Eléctrica, Jesse Chacón, anunció que antes de comenzar el segundo semestre de este año se establecerán nuevas tarifas para el consumo eléctrico en el país. Los nuevos precios dependerán de las características de cada región, por ejemplo, de la temperatura.

Ante este inminente incremento de tarifario a materializarse el próximo mes de junio, el empresariado nacional demuestra preocupación. Pero, más allá del impacto económico que tenga el mayor gasto, por concepto de servicio, sobre el comercio o la industria, el consumidor sería el que pague los platos rotos.

El incremento que, según señala el ingeniero eléctrico José Manuel Aller, estimaría multiplicar cinco veces la tarifa actual, no sólo sería a juicio del experto una medida necesaria, sino también un “inconveniente” y "una irracionalidad", de realizarse según los parámetros propuestos la semana pasada.

Apunta el ingeniero que “cada lugar tiene sus ventajas competitivas, pero la electricidad cuesta prácticamente lo mismo para unos y para otros. Hay criterios económicos que hacen que varíe la tarifa, pero no por el calor que hace en el lugar”. Para el especialista, la propuesta no es “en lo absoluto racional”.

A su parecer, el retraso en el aumento de los precios de la electricidad, junto al de la gasolina es “una bomba atómica” que el Gobierno teme ver estallar, puesto que más allá del incremento del gasto por servicio en el hogar, el impacto de nuevas tarifas sobre las estructuras de costos de los comercios e industrias nacionales repercutirá directamente el bolsillo del consumidor.  

Golpe a precios, no a ganancias

Francisco Martínez, primer vicepresidente de Fedecámaras, señala que el impacto de un aumento tarifario sobre el sector empresarial dependerá más que nada del tipo de empresa. “El sector industrial tiene un manejo eléctrico bien importante, por lo que puede sentir un mayor impacto”.

En este orden, el presidente de Conindustria, Eduardo Garmendia, considera que el efecto será sobre los costos de producción, dado que la electricidad es un costo de las empresas y no un gasto. “El porcentaje (del impacto) depende de las actividades de cada empresa y de si la energía es un componente mayor o menor en las mismas. Eso lo define cada  proceso”, asegura.

Entonces, el aumento de la tarifa eléctrica “siempre se va a reflejar un incremento en el costo (de producción de las empresas/industrias), pero en algunos casos será en mayor medida que en otros”, señala Garmendia.

En palabra del primer vicepresidente Martínez, de Fedecámaras: “Los precios se verían afectados, pero no la utilidad. No debería tener ningún impacto por las ganancias”.

Así pues Gilberto Gudiño, presidente de Fedecámaras Zulia, resalta que durante las últimas reuniones con el Gobierno nacional a los empresarios de la región se les solicitó incrementar la producción. “Tenemos en estos momentos situaciones con el tema que no hay la suficiente capacidad eléctrica para poder abastecer la producción en el sistema empresarial”, dice.

“Ese aumento nos va a afectar a todos, no solo el sector empresarial, sino al ciudadano común. Estamos hablando de que tenemos que hacer ajustes en los sistemas de producción”, afirma Gudiño.

Expertos afirman que el ajuste es necesario. Pero es el ciudadano común el que deberá lidiar con los estragos provocados por los retrasos. Agustín Marulanda, director de la Escuela de Ingeniería Eléctrica de la Universidad del Zulia, considera que el aumento debe darse porque los precios están muy por debajo al costo de producción, al igual que hay que aumentar la gasolina. “El punto es cómo hacerlo para que no afecte tanto el bolsillo del venezolano”.