Medidas económicas sin combustible
El retraso o congelamiento en la implementación de medidas prometidas a nivel económico en el país se hace un hábito cada vez más constante para las autoridades. Desde la esperada promulgación de una ley de compra y venta vehículos, que espera la firma del Ejecutivo desde octubre del año pasado, hasta la muy nombrada devaluación del bolívar, proyectada para estas fechas por los economistas, el venezolano se halla, persistentemente, en un escenario incierto de lo que será su futuro económico.
Sin ir demasiado lejos, un ejemplo de la constante dilación en el cumplimiento responsabilidades adquiridas por entes del Estado es la reactivación del cupo electrónico Cadivi. Tras años de renovación inmediata al inicio de cada período, los bancos del país ya tienen casi dos semanas a la espera de las listas, y en consecuencia: los usuarios a la espera de su cupo.
También resalta la espera que desde hace casi semana se lleva la publicación de los nuevos precios de 114 modelos vehículos, resultado del decreto de ley que firmara el Ejecutivo el mes pasado y debía manifestarse en precios el pasado 7 de enero.
Tratamiento indefinido
En cuanto al plano macroeconómico, la espera tampoco cede. Después de la creación del Centro Nacional de Comercio Exterior, los empresarios aún aguardan por el prometido reglamento, sin el cual se limita todo el proceso importador del empresario venezolano.
De esta forma, los retrasos afectan también las decisiones aún por tomar. Es el caso del renombrado tercer mecanismo cambiario que, tras causar gran revuelo durante el último semestre de 2013 cuando se anunció su creación, y cuya aparición fue considerada para el 2014. Sin embargo, se deduce también como incierto el destino del mismo, después de que el vicepresidente del Área Económica, Rafael Ramírez, afirmara a mediados de diciembre que el Sicad sería el mecanismo cambiario definitivo.
Para el economista Héctor Valecillos, “la no adopción de medidas especificas respecto a Cadivi está solo en el nivel de la especulación y uno puede diferir que se trata de una discusión al interior del Gobierno sobre las medidas en materia cambiaria”. El especialista insiste en que eso explicaría por qué aún no se haya realizado un pronunciamiento sobre la devaluación.
“Podemos deducir que se están definiendo qué medidas adoptar. Probablemente sea cuestión de semanas para ese pronunciamiento se haga, porque no conviene el tratamiento indefinido”, señaló. Para Valecillos, es imperativo que el Gobierno nacional tome una decisión, ya que “la asfixia cambiaria está golpeando duramente a la economía”.
Devaluados y en espera
El tema del aumento de la gasolina no se queda por fuera. Hace ya un mes desde que el vicepresidente de la República, Jorge Arreaza, comunicó al país que se evaluaría “comenzar a cobrar la gasolina”, refirió. Mientras eso sucede, la expectativa crece y las declaraciones donde el presidente de la República, Nicolás Maduro, cataloga el aumento como “sin apuros” no parecen calmar las ansias del ciudadano o el empresario que se pregunta cómo ello podría afectar su día a día, su negocio, sus finanzas.
“Si tuviéramos un equipo de gobierno que actuara con seriedad y conocimiento de causas, reajustaría la gasolina. El problema cambiario tiene que ver con que Pdvsa está recibiendo menos de las divisas de las que hace”, aseveró Valecillos.
Para finalizar, el imposible ignorar la gran espera que ha tenido lugar alrededor de una venidera devaluación de la moneda. Si bien expertos pronosticaron la medida desde mediados del año pasado, hoy catalogan la posible homologación de tasas cambiarias de los rubros con prioritarios con las resultantes del Sicad como una devaluación implícita.
Cabe interpretar que el escenario nacional, siempre cambiante, puede desviar la atención de las autoridades económicas. Sin embargo, al ciudadano, la espera solo le impacienta.
Mariel Torres
mtorres@dinero.com.ve
El Dato
114 modelos de vehículos aún esperan nuevos precios
Tomando el pulso
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Del total de participantes, el 85% considera que es una medida negativa y por lo tanto respondió estar en contra; mientras que el 15% sí apoya este tipo de acciones.
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La mayoría opinó que el Sicad 2 no podrá satisfacer la demanda total de los dólares que necesita el mercado nacional.