Hay que generar confianza

En la Asamblea Nacional preparan la Ley de Zonas Económicas Especiales que busca explorar y explotar las capacidades productivas y ventajas competitivas de las diversas regiones de Venezuela, según sus características.

Otra idea es que, según estas características, se atraigan inversiones, tanto nacionales como extranjeras, con ventajas que, según el proyecto, es de un esquema ganar-ganar.

Ganaría la región, ganaría el Estado, ganarían los habitantes de esas zonas y también, obviamente los inversionistas.

Hasta allí todo muy bien y nos gusta el planteamiento. No obstante, aquí viene la razón de nuestro título.

Para que se dé un escenario de ganar-ganar, lo primero que habría que ganar es confianza.

Y esta es la tarea principal del Estado. Son demasiados años de controles y de políticas equivocadas que lo primero que hicieron fue generar desconfianza y espantar a los inversionistas.

Cabe destacar lo que hemos repetido en varias oportunidades, el Ejecutivo, con todo y sus equivocaciones, está entendiendo que con ideologías no come el pueblo. Por ello, ha hecho esfuerzos como permitir la dolarización, aunque no legalmente, sí de facto.

También está tratando de solventar problemas como los de la gasolina, el gasoil y servicios de agua y electricidad.

Por otro lado, está el tema de la “reprivatización” de empresas que se estatizaron y fracasaron.

Luego de años de expropiaciones y confiscaciones, se está dando el fenómeno al revés.

No obstante, este proceso, por ejemplo, de devolución de las empresas expropiadas tomará tiempo, entre dos y tres años.

Y el meollo del asunto está en la generación de confianza. Las empresas estatizadas dejaron de producir, no solamente sus diferentes rubros, sino crecimiento, desarrollo y sobre todo empleos.

Generar confianza en que se respetará el derecho a la propiedad, los dividendos y demás temas inherentes a la operación del sector privado es realmente muy importante para que vuelvan a venir grandes inversionistas al país.

No hablamos solo de bodegones, que son buenos y mantuvieron vivo el sector en momentos de crisis, sino empresas para todos los sectores.

Lo mismo pasa con los inversionistas nacionales. El sector productivo nacional sigue aquí luchando por el país y también necesita confiar.