Magnate venezolano busca comprar industria láctea de Brasil

La propuesta de la venezolana Unaquita, perteneciente al empresario Oswaldo Cisneros, prevé pagos de $240 millones (535 millones de reales), por siete unidades productivas de LBR Lácteos en distintos estados de Brasil; según la propuesta, la firma de origen venezolano haría un pago inicial de contado de unos $15.7 millones, y los restantes $136 millones serían pagos en diez años, en 120 cuotas mensuales.

Según informó la propia LBR Lácteos, en diez años, Unaquita propone pagar una cuota única adicional de 200 millones de reales ($90.9 millones) a la firma láctea.

Oswaldo Cisneros, quien cultiva el bajo perfil, es miembro de la principal dinastía empresarial de Venezuela. Posee una de las mayores fortunas de la región y es primo y socio del magnate Gustavo Cisneros, quien maneja medios de comunicación, empresas de entretenimiento, consumo masivo y telecomunicaciones con presencia en América Latina, Estados Unidos y algunos países de Asia y Europa.

Uno de los aspectos de la propuesta que mejoraron las opciones de la postulante de capitales venezolanos es que propone invertir 110 millones de reales ($49 millones aproximadamente) en capital de giro para asegurar la viabilidad de la nueva operación.

LBR Lácteos se puso en venta en unidades productivas separadas, que están diseminadas en los ricos estados brasileños de Río Grande do Sul, Paraná, Sao Paulo, Río de Janeiro, Goiás y Minas Gerais.

Unaquita se registró en Brasil a nombre del empresario Oswaldo Cisneros y del Grupo Fernández (también de origen venezolano, y dedicado a la construcción) para entrar en lista de oferentes por la empresa brasileña.

Unaquita pertenece a ISFA, una sociedad constituída y organizada según las leyes de Nueva Zelanda, cuyos controlantes son a su vez los grupos venezolanos Cisneros y Fernández, según se desprende de los documentos presentados en la oferta de compra de LBR.

“Los inversores de Unaquita tienen capacidad financiera suficiente para financiar esta operación. Esto puede ser corroborado por informaciones públicas disponibles, especialmente en el caso del grupo Oswaldo Cisneros”, dice el documento de la oferta de compra consignado ante los controladores de LBR.

Otra de las competidoras por la láctea brasileña es la francesa Lactalis, que el año pasado llegó a negociar la compra de LBR, pero la oferta fue considerada insuficiente por los vendedores. La oferta había sido hecha a través de Lactalis do Brasil, afiliada a su vez a la italiana Parmalat S.p.A, controlada por el grupo Lactalis.

El próximo 28 de julio, una asamblea de acreedores de LBR evaluará las mejores ofertas. Brasil, con 200 millones de habitantes, es uno de los cinco mayores mercados globales de lácteos. Vía El Nuevo Herald.