Jueves 05 de Diciembre de 2024

Las costosas fiestas decembrinas para los venezolanos

PAÍS
“Navidad que vuelve, tradición del año. Unos van alegres y otros van llorando”. Tal y como dice el cantar navideño, tan propio de nuestra región: cada vez son más a los venezolanos que, en vez de sentir la reconocida alegría propia de la temporada, les invade la sensación pesada de agobio y desazón al pensar en cuánto les costará celebrar las fiestas junto a sus seres queridos.

“Navidad que vuelve, tradición del año. Unos van alegres y otros van llorando”. Tal y como dice el cantar navideño, tan propio de nuestra región: cada vez son más a los venezolanos que, en vez de sentir la reconocida alegría propia de la temporada, les invade la sensación pesada de agobio y desazón al pensar en cuánto les costará celebrar las fiestas junto a sus seres queridos. Inflación, escasez e incomodidades consecuencia de la prolongada crisis país, es lo que se pronostica para el 2017; pero a pesar de ello, el espíritu festivo que caracteriza al criollo parece prevalecer: todavía hay quien espera con ansias y hace las inversiones necesarias para garantizarse gozar de la llegada de nochebuena y del próspero año nuevo.

“El dinero siempre es problema, a pesar de que todos en mi casa trabajamos. Hay demasiada inflación”, dijo Brayan García, una estudiante de 22 años, mientras buscaba que comprar en el concurrido boulevard de Sabana Grande.

García dijo que esta Navidad recortaron en regalos y no planean salir de Caracas.

Se recomienda tomar las previsiones necesarias e irse aprovisionando: sobre todo si se toma en cuenta que, el salario mínimo, con su último aumento, queda 27.091 BsF  –también para pago de pensionados–.  Sólo para quien tiene la suerte de contar con contratos que contemplen pagos en ticket de alimentación, se puede hablar de un ingreso de aproximadamente 90.000 BsF –que, hoy pueden traducirse en menos de 21 dólares–. La cifra está lejos de cubrir los gastos personales de sus beneficiarios satisfactoriamente y aún más si se debe a mantener una familia, sin contemplar celebraciones –cuando durante el mes de agosto de 2016 la canasta alimentaria se elevó a 429.626,08 Bolívares Fuertes–.

Naturalmente, en estas condiciones no son pocos los que planean hacer recortes y obviar tradiciones: pero hay quien no. A continuación una lista de precios realizada por la revista DINERO, quien recorrió diferentes establecimientos, mercados y ventas dispuestos a la venta de artículos navideños en el centro y este de la ciudad capitalina; para brindar una visión panorámica, para que usted, lector, se disponga a planificar sus Navidades 2016.

Lourdes Noguera, 61 Años. Jubilada. Chacao

“He tenido que medir cada gasto, y casi todo el presupuesto se me va en comida y transporte. No va a haber regalos ni estrenos. Desde hace como un  mes y medio tengo guardado un paquetico de Harina Pan, para hacer las hallacas del 24 y la cena del 31. Somos pocos en la familia y gracias a Dios tenemos muy presente que lo importante es compartir, pero todavía  se hace un esfuerzo por mantener la ilusión que traer comerse una buena cena navideña. Así sea sustituyendo las uvas por pasas secas  o por gajos de mandarina para Año Nuevo, se encuentra la manera de mantener la ilusión”, dijo Aleidy Muñoz, una  joven administradora de 29 años.

UNA COMIDA FAMILIAR

Para hablar de lo que representan las fiestas en términos de costos para una familia venezolana clase media, promedio, habría que empezar por evaluar los precios en torno al plato navideño, por persona. La piedra angular de las celebraciones decembrinas.

La oferta en restaurantes varía, para quien prefiera ‘comer afuera’. En promedio, el especial o plato navideño –con bebida– puede costar entre 12  y 20 mil  –dependiendo del restaurant–. En el caso de Tarzilandia, al final de la castellana el precio es de 14 mil.

Ahora, en el caso de plantear costos para realizar la tradicional cena navideña ‘casera’, habría que considerar, primero, lo infaltable: ¿Cuánto cuesta una hallaca y sus parientes los bollos? desde finales de noviembre, se ha estado vendiendo el tamal típico venezolano –emblema navideño–  a precios de entre 3500 a 6000 Bolívares Fuertes, por unidad. Tal es el caso de Andreína Rojas, estudiante universitaria que, junto a su madre vende hallacas desde hace dos años.

Según ella, los costos para realizar la tanda de 50 a 60 hallacas, fácilmente alcanza los 90 Mil BsF –asumiendo que se cuenta con harina de maíz, aceite o los kilos de las carnes de cochino, res y pollo a precio a regulado; y comprando los ingredientes especiales como aceitunas, alcaparras, especias, pasitas, ciruelas, almendras, encurtidos, verduras y hojas de hallaca, a precios de mercado callejero–. Ahora, si por otro lado, se sacan los precios asumiendo tener que comprar ciertos artículos bachaqueados y lo demás sólo en automercado, la cuenta aumenta dramáticamente, a más de 150 mil BsF: –vale volver a aclarar, sólo haciendo hallacas–.

También explica que pesar de que la ensalada de gallina, es relativamente sencilla de hacer, hay quien –también– prefiere comprarla ‘hecha’: Andreina la cobra a 1.500  la ración. Por otro lado, el costo estimado de elaborarla en casa para la cantidad “familiar” –sustituyendo la gallina por pollo y, además, prescindiendo de las manzanas, que valen 3.300 BsF apenas unas tres– la ensalada sale a más de 13 mil, de acuerdo al cálculo estimado del precio actual de los ingredientes, según la Joven emprendedora.  

Otro imprescindible suele ser el pan de Jamón. De acuerdo a la investigación realizada por la revista, el precio en panaderías oscila entre 3.500 y 10 mil BsF. Si se trata de pan de hojaldre o de relleno de pavo, en los sitios que los ofrecen, el precio supera los 12 mil. El pernil está a 2 mil la ración; El panettonne tiene variedad de precios: 20, 15, 9 mil, pero ninguno baja de 3 mil; el sabroso dulce de lechosa, tanto el de automercado como el artesanal, se vende por ‘frasco’, y cada uno está de 2 mil a 4 mil BsF.

“hay que considerar que mínimo son dos frascos, por familia: así como, probablemente se necesite más de un pan de Jamón para una familia mayor a cinco personas” explicó Araceli Vallejos, ama de casa, madre y socia de Andreina en el negocio de las Hallacas. “La torta negra mandada a hacer supera los 30 mil, incluso las pequeñas” explica Araceli, ella opta por comprarla pre-empacada, de automercado, pero la más barata que asegura haber conseguido, le salió a 7 mil BsF. En el caso del turrón, se puede conseguir a 7.500 el ‘clásico’ en cualquier automercado.

En total, de acuerdo a la investigación de la Revista DINERO, un plato navideño por persona, supone un estimado de más de 7.300 BsF, sobre la mesa, sin contar el postre, la bebida y, claro está, los pasapalos –los paquetes de chucherías pasan los 1500 BsF, galletas dulces a 3 mil, para nueces, 3.500 BsF; para dips, quesos y carnes frías los precios se disparan: una bandeja sencilla puede salir de 5 mil para arriba, de acuerdo a lo que se pida–.

Dos litros de refresco –Pepsi, Kolita, Golden  o Seven-up– cuesta de 2.300 BsF en adelante y los jugos artificiales pasan los 2 mil el cartón, en su mayoría: en cualquier automercado de la ciudad. Pero el verdadero problema está en abastecerse de las siempre bienvenidas bebidas ‘espirituosas’: Primero, el tradicional ponche crema casi no se consigue –Ni el Eleodoro González, ni el Bailey’s–; y las botellas que quedan lo usan los establecimientos para armar las famosas ‘cestas de navidad’: la más barata –sencilla– no baja de 20 mil. Hay quienes ofrecen, en cambio, la ‘Crema de Brandy’ pero a un precio no menor de 24 mil y, en esa situación, hay emprendedores que han resuelto ofrecer el tradicional ponche crema artesanal o leche de burra, con variedad de sabores y toques aromáticos: limón, canela, vainilla, naranja, y hasta chocolate. Pero sólo por encargo. Este es el caso, también de Andreina y su madre, Araceli. Ambas hacen Ponche Crema casero, y el año pasado lo vendían a 3 mil, la botella grande. Hoy, no pueden dar un precio fijo: “todo dependerá de cuanto nos cuesten los ingredientes”, explica Araceli.

El vino empaquetado en cartón cuesta 6.300 BsF y “La sagrada Familia” –generalmente usado para cocinar– cuesta más de 5 mil BsF, igual que las sidras. Los vinos embotellados varían de precios, los pocos recomendables superan los 10 mil y los ‘ideales’ superan los 20 mil, cuarenta, cincuenta, y suben de rango hasta llegar al nivel champagne: al costo de unos exorbitantes 200 mil BsF. El ron sube de 6 mil –13 mil, la garrafa y alguno especial puede superar los 10 mil–; El vodka, el ron, tequila, ginebra y otros licores en sus presentaciones más económicas, no bajan de 5 mil; en los automercados Excélsior Gama.

Un buen Whisky cuesta más de 30 mil, uno ‘no tan bueno’, rango 15 mil. La siempre confiable sangría se oferta a 6.100 BsF en los establecimientos; junto a la cerveza: la más barata no baja de 800 BsF  la unidad, –comprándola en licorería–. Licores artesanales de café, aromáticos o cocui ‘de penca’ se venden a partir de 5 mil. Por último, están los licores más baratos como el aguardiente, anís, canelita y la sonada guarapa de sabores, van de 900 a 2000 BsF.

Por último, pero no menos importante es hablar del año nuevo y sus doce uvas dulces por persona: el kilo está a 6.600 BsF –los deseos, ahora menos que nunca deben dejar de pedirse–. Algo así ocurre con las lentejas e año nuevo, para llamar a la prosperidad. En el mercado de Chacao, se vende por kilo superando los 1600 BsF según información recogida durante la investigación de DINERO.

LA ROPA Y LOS ADORNOS

Sin embargo, recorrer diferentes establecimiento en búsqueda de rebajas o alguna oportunidad, es la norma principal de los compradores que acuden a sus compras decembrinas y no se elimina la idea que todavía haya quien oferte sus productos a costa de interesantes descuentos. Tan propio como la hallaca para el venezolano, son los estrenos, las “pintas” para las dos noches especiales del año –en la mayoría de los casos, esto incluye sustanciosas inversiones en el área de arreglo personal–. Lo básico: las camisas y pantalones casuales no bajan de 15 mil, incluso entre buhoneros de Bellas Artes: Con respecto a zapatos, difícilmente se puede considerar que alguno que baje de 20 mil, esté caro.

Los vestidos formales, pasan los 100 mil. Los casuales valen menos pero los costos cambian de acuerdo a la calidad de las telas. Pijamas y ropa interior para dama o caballero, en promedio se estima que hoy van de 10 a 20 mil, por pieza. Carteras, bufandas y accesorios, en bisutería –de la más barata– ha superado el umbral de los 1500 BsF en las tiendas de Sabana Grande. También está la opción de comprar ropa de segunda mano, por internet: a veces ocurre que los precios por este medio, resultan mucho más accesibles: no sólo en ropa sino también con respecto a una gran variedad de artículos, como pueden ser los demandados “adornos de navidad”.

Los costos de las figuras, dependiendo de la calidad o su usabilidad, para arbolito o pesebre superan los BsF 2.000; igual en precio a los paquetes de bambalinas por seis unidades que venden en las ferias o en establecimientos de “chinos”. También se puede encontrar el juego de cincuenta lucecillas tipos ‘arroz’ a 5 mil.

Los árboles de navidad naturales pueden alcanzar precios mayores de 100 mil: uno enano cuesta más de 70 mil; los artificiales los hay de variedad de precios, según material, su calidad, y el tamaño: algunos de 60 mil; más pequeños a 30 mil, o 9 mil en las tiendas departamentales. Las plantas con flores navideñas, en viveros, cuestan alrededor de 4 mil o 5.500 BsF, en la zona de Altamira y las coronas  de pino van de 2000 a 4.000 BsF. Según la información recopilada por la revista DINERO, durante la investigación.

Andrea Quintero, 42 años. Profesora de Teatro.- Propatria

“Estas navidades Regalaré sólo a los cercanos y no será como en años anteriores. Los ingredientes para preparar hallacas los hemos venido comprando entre toda la familia, con antelación y con ayuda de familiares que están en el extranjero enviándonos lo que nos falta. Aun así, no siento que estas navidades van a tener el nivel de las que celebrábamos antes, la gente está muy desmotivada y con lo costosa que está la vida creo que pocas personas van a poder celebrar como quieren su navidad; me da dolor con los niños, no tienen la culpa, ellos no tienen por qué adaptarse, pero vamos a tener que hacerlo todos. A comprar poquito y a reusar la ropa”, dijo Andrea Quintero, una profesora de 42 años en Catia.

EL NIÑO JESÚS SE QUEDÓ CORTO

Para los más pequeños de la casa, la navidad es ocasión de ilusión. No hay nada más refrescante y enternecedor, que ver a un niño esperar ansioso a que sean las doce para abrir sus regalos en nochebuena. La visión se nubla un poco al tener que imaginarlos expectantes ante la llegada de un Niño Jesús no tan desenvuelto antes en temas monetarios.

Artículos que usualmente están en las listas de los niños, como las bicicletas, ya sea una para niño o niña puede costar de 250 mil BsF o más –con casco y protectores–, en cualquier juguetería. Los patines lineales están a partir de los 80 mil; patinetas y monopatines, de 50 a 70 mil, en general.

En el caso de las niñas, las muñecas Bratz cuestan 44 mil BsF, las Monsterhigh están a 50 mil y la clásica Barbie a 52 mil, la más sencilla. Para los niños, están los muñecos de acción para niño, con motivos Max Steel o imitaciones, tienen el mismo rango de precios. Figuras alegóricas a comics de Marvel o DC superan los 70 mil –y las más pequeñas, los 20 mil–. Los clásicos carros y tractores medianos cuestan 90mil –y si son a motor, el precio aumenta considerablemente–. Un peluche mediano puede costar más de 25 mil. Un muñeco bebé, el más sencillo supera los 14 mil BsF. y los balones, pelotas y artículos deportivos, en su gran mayoría, se ofertan a partir de los 20 mil. De acuerdo a precios de diferentes establecimientos en el Centro Comercial Sambil y Millenium.

También están los juegos de mesa, clásicos y “populares”, –Back gamón, Ludo, Twister, Operación, Sospecha, Pictory, Damas, etc. –  entre originales e imitaciones, varían enormemente los precios –de 4 a 90 mil–. Y los otros juegos relativamente nuevos, del corte de Escalofrió o Don Barrigón, pasan fácilmente los 60 mil.

Para niños mayores está la opción de videojuegos y libros. En el caso de los juegos de video, los costos dependerán de cada cónsola: van desde 15 mil hasta cincuenta mil BsF los usados; “de 50 mil a 100 mil los nuevos y si estamos hablando de cónsola Playstation3; de PlayStation4 resultan mucho más caros” explica Yohiker Freites, joven pasante en el área de comunicaciones, quien se ha visto en la necesidad de averiguar acerca del tema para resolver el niño Jesús de su hermano, este año.

 “Los libros, por otro lado están un poco más accesibles”, dice el joven y asegura que para jóvenes lectores también hay adaptaciones de clásicos de la literatura que “vale la pena comprar”. La inversión asume más de 10 mil por libro, en promedio –si es para menores de siete años, el precio disminuye, pero si hablamos de una enciclopedia o antología de cuentos para niños mayores, sube; en algunos casos a más de 40 mil, para una buena edición, perdurable–, explicó.

También existe la opción de comprar figuras de legos con diferentes motivos. Figuras armables o rompecabezas que, para niños, no pasan el umbral de los 8 mil en librerías; o si se prefiere, cartas o los juegos de roles también son buena opción; aunque todos los precios siguen siendo excesivamente elevados en comparación del ingreso estándar del venezolano: dada las circunstancias no parece descabellado asumir que lamentablemente, el niño Jesús puede que no tenga cómo llevarle regalos a más de un niño venezolano, todo lo que pida para esta nochebuena.

 “Navidad que vuelve, tradición del año. Unos van alegres y otros van llorando”. Vale recordar esta canción porque, hoy, se dibuja sumamente vigente. El costo, para quienes funjan de cabezas de familia, parece superar con creces el límite de los 250 mil BsF, según la investigación, e  incluso tomando decisiones a la hora de invertir, regidas por el comedimiento, el sentido de la planificación y el ahorro: entre comida, estrenos, cartas para niño Jesús y decoración, etc. Y sin tomar en cuenta el costo de regalos a terceros –porque realizarlos, quedará a discreción de cada quién–.

Más allá de eso, reiteradamente, diferentes analistas en materia económica de la consultora Ecoanalítica, han recomendado ampliamente administrar los recursos estas navidades, dadas las circunstancias, con criterio de escasez: el 2017 también promete varios retos en términos sociales, políticos y especialmente económicos: se refleja desparpajadamente en el costo de la vida diaria, y actualmente, en el costo de lo que a partir de ahora será de las navidades. A pesar de todo, todavía podemos disfrutar de las navidades con genuino espíritu navideño: pero, ante todo, prudencia fría: a pesar de que no haya tanto dinero o que no estemos en capacidad de mantener el nivel en la celebración de épocas pasadas –de mayor bonanza–, siempre estará la familia y la esperanza de saber que en todo túnel oscuro, por más largo que parezca, siempre hay una salida.

Por Mariagabriela Telleria

redaccion@dinero.com.ve

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