Más crisis económica, convulsión social y polarización en 2016

La profundización de la crisis económica y la rivalidad entre el chavismo y la oposición recrudecerá la polarización Venezuela en 2016.

Aunque el Banco Central de Venezuela (BCV) no ha emitido datos económicos en el 2015, analistas afirman que la inflación podría superar el 200 por ciento para finales de año, sumado a una caída de la economía que podría empeorar el panorama para los venezolanos.

A este escenario, entra la nueva Asamblea Nacional, que sería dominada por la opositora Mesa de la Unidad Democrática, y que sería juramentada el 5 de enero. La oposición tiene en agenda tres puntos básicos, buscar salidas a la crisis económica, y la aprobación de una ley de amnistía.

“Va a ser un año de crecimiento de convulsiones sociales, protestas públicas, de crecientes manifestaciones. Habrá un tema decreciente con la actividad social. Y tercero, será un año con una creciente rivalidad política entre el chavismo y la oposición”, dijo el politólogo John Magdaleno en entrevista con DINERO.

El director de la firma Polity afirmó que el presidente Nicolás Maduro debe pensar muy bien en activar el artículo 240 para disolver la Asamblea Nacional. como lo han dejado ver algunos voceros oficiales.

“¿Cree que al presidente Maduro le convendría -aún en el caso de voto censura en tres oportunidades- disolver el Congreso para convocar a elecciones y para perderlas con una mayoría a favor de la oposición aún más ajustada?. El cálculo no es tan sencillo, el presidente Maduro debería evaluar muy bien el caso”, dijo Magdaleno.

El especialista en análisis de datos y profesor universitario espera en el 2016 una mayor confrontación entre el Ejecutivo y Legislativo, sin embargo afirman, que lo más importante para Venezuela es “parar la gran crisis económica”.

-¿Cree que va a recrudecer la polarización?

-En mi opinión, el año que viene va a estar caracterizado por tres elementos muy importantes: en primer lugar, un agravamiento de la crisis económica que va a poner en la agenda el debate público, y habrá que emprender un programa de ajuste macroeconómico -mientras más temprano lo haga el Gobierno mucho mejor será-. No estoy seguro de que el presidente (Nicolás) Maduro tenga conciencia de las necesidades de emprender el programa lo más pronto posible. Segundo, creo que va a ser un año de crecimiento de convulsiones sociales, protestas públicas, de crecientes manifestaciones. Habrá un tema decreciente con la actividad social. Y tercero, será un año con una creciente rivalidad política entre el chavismo y la oposición. Yo creo que para que ellos lleguen a una negociación deberán producirse unos cuantos episodios donde se genere el aprendizaje y la necesidad del proceso de negociación. Sobre todo para llegar a algunos arreglos en materia económica. Así que sí creo que va a haber una creciente rivalidad entre esos dos bloques.

-¿Qué pasará si el presidente Nicolás Maduro activa el artículo 240 de la Constitución, como lo han señalado algunos voceros del oficialismo, para disolver la Asamblea Nacional?

-No es tan sencillo pronosticar, todo depende de las políticas fiscales que se produzcan.  Si las entidades facultan al presidente para disolver el parlamento, en el peor momento económico,  político y social que encara el chavismo. En el momento en que la crisis económica recrudece, se presenta un escenario de mayor conflictividad social, de aumento de las protestas. Imagine que los espacios del presidente Maduro y el chavismo se reducen a 10% de aprobación de su gestión, y que la identidad chavista ronde por el 10% de identificación roja por el chavismo. ¿Cree que al presidente Maduro le convendría -aún en el caso de voto censura en tres oportunidades- disolver el Congreso para convocar a elecciones y para perderlas con una mayoría a favor de la oposición aún más ajustada?. El cálculo no es tan sencillo, el presidente Maduro debería evaluar muy bien el caso.

-¿Qué veremos en la Asamblea Nacional desde el 2016?

-Habrá mucha confrontación. El Ejecutivo intentará bloquear algunas acciones del Legislativo, creo que incluso (hasta) el Tribunal Supremo de Justicia. Hasta que no experimenten ninguna modificación, van a intentar sumarse a la disputa entre el parlamento y el resto de los poderes. Va a hacer una institución con la que el Ejecutivo va a contar para algunas de las iniciativas, particularmente para evitar la promulgación de algunas leyes, calificándolas de inconstitucionales. En efecto, eso va a marcar buena parte del parlamento. Los actores deben trabajar para enfrentar la crisis económica y el tema decreciente de intereses sociales, de forma racional, esto debería abrir los espacios de interlocución, diálogo y negociación.  Se deberá llegar a algunos acuerdos mínimos para parar la gran crisis económica, que es la preocupación de todos los venezolanos, y que en efecto puede tener unas consecuencias a largo plazo.

-¿Cree que el chavismo va a desaparecer?

-No, yo tengo la teoría que va a perdurar un tiempo. Sin embargo, después del fallecimiento de Chávez y después de la crisis económica por la que está atravesando el país, tendrá menos potencia que la que tuvo en el pasado.

-¿Cuáles fueron los factores determinantes que unificaron la oposición?

-Hubo un aprendizaje en el seno de la coalición, ya que cada vez fueron más evidentes y crecientes las amenazas, y el liderazgo de la oposición respondió racionalmente frente a cada una de esas amenazas, presiones e intentos de intervenir la dirección de los asuntos de los partidos, como por ejemplo la impugnación de algunas candidaturas, inhabilitaciones. Estas experiencias de amenazas en común cohesionaron a la coalición para que hicieran sus arreglos internos.

-¿Considera que es acertada la estrategia de hablar de la agenda legislativa sin tener el poder? ¿Cómo evalúa al chavismo que actualmente se está blindando con la vieja Asamblea Nacional, que estaría vigente hasta el 4 de enero del 2016?

-Me parece acertado comunicar cuáles son los objetivos de la nueva agenda parlamentaria, primero, porque reduce la incertidumbre sobre el foco de su actividad. Segundo, porque refuta algunas de las acusaciones del Gobierno que se repiten desde 2004, sobre la llegada de la oposición al parlamento lo que supuestamente significaría la pérdida de los beneficios y reivindicaciones sociales alcanzadas por el chavismo. Pues bien la agenda parlamentaria repunta que no. En tercer lugar, me parece acertado que se comunique la agenda parlamentaria porque eso le permite al resto de los actores, al sector empresarial, sectorial, a los medios de comunicación, a la iglesia, a los partidos políticos, tener claridad sobre el territorio donde se moverán las acciones del parlamento.

-¿Cómo evalúa la postura asumida por el excandidato presidencial y gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles, en el reciente proceso para elegir a la nueva Asamblea Nacional ¿Cuál cree que será su estrategia?

-En primer término, Capriles no tendría porque reunirse con la MUD, su partido ya tienen un representante en la Mesa de la Unidad, por lo que no tiene sentido. Ahora, que Capriles tenga pretensiones o aspiraciones a volverse a medir en una elección presidencial, todo parece indicar que es así. En efecto, el hecho de que Capriles haya aparecido después del resultado electoral sugiere la idea de que él sigue considerando  la posibilidad de ser el líder de la oposición. Lo cual sería perfectamente lícito, pero también es perfectamente lícito que otros líderes de la oposición aspiren a dirigirla.

-¿Cómo evalúa los señalamientos dados por Ramos Allup en las última semanas?. ¿Es radical, poco acertado, o está en lo correcto?

-Es difícil de intentar señalar la razón por la cual Ramos Allup se está comunicando de la forma en que lo está haciendo, en todo caso, si algún consejo habría que darle es la prudencia, aquello que su propia veteranía política debería darle, la prudencia.

Aura Cumare
acumare@dinero.com.ve